Según los cálculos de los científicos, un gran asteroide chocará contra la Tierra produciendo una destrucción total. Expertos de la Universidad de Tennessee son los encargados de observar a esta enorme roca que gira a una velocidad endemoniada y, contra lo que podría esperarse, no se ha deshecho en mil pedazos hasta el momento… por lo que podría no hacerlo nunca.
Y, en efecto, si gracias a las fuerzas cohesivas entre partículas se mantiene entera, a la humanidad no le quedará más que despedirse para siempre. El asteroide mide mil metros de diámetro y tarda apenas dos horas y seis minutos en dar una vuelta sobre sí mismo. Y sin embargo, lamentablemente, no se desintegra.
En septiembre lanzarán una nave no tripulada para investigar este cuerpo celeste, bautizado como el “asteroide la muerte”, que tiene más de 500 metros de diámetro y podría destruir el planeta Tierra en caso de impacto, en unos 120 años, entre el 2175 y el 2196.
La fuerza de un posible impacto con el cuerpo celeste sería equivalente al estallido de tres millones de toneladas de explosivos según Dante Lauretta, un profesor de la Universidad de Arizona.
OSIRIS-Rex es el nombre de la misión conjunta que se lanzará y que, además de precisar la trayectoria del asteroide, tiene como principal objetivo entender algo más sobre el origen de la vida. "Bennu puede contener los precursores moleculares para el origen de la vida y de los océanos de la Tierra", especifican en la web de la misión espacial.