La actividad de juegos con apuestas y sorteos (casinos) tanto en México como en los diversos países donde operan dichos negocios con las autorizaciones correspondientes para realizar sus funciones otorgadas por las respectivas autoridades siempre ha sido objeto de opiniones en diversos sentidos desde aquellos que la consideran apropiada como parte de la economía de las regiones así como lugares de diversión sana hasta los que no la consideran una buena influencia para los ciudadanos por diferentes motivos. Tema aparte y de preocupación es el de aquellos casinos que operan en la clandestinidad al margen del marco de la ley.